Publicado: 07/10/2014 - Actualizado: 10/10/2018
Autor: Miriam Reyes
El herpes genital es una de las enfermedades de transmisión sexual o ETS, puede ser causada por el Virus del Herpes Simple tipo 1 y tipo 2. El primero, conocido bajo la designación médica VHS-1, se trata del mismo virus que provoca el herpes en labios, rostro, etc; Mientras, el virus del herpes tipo 2, contraído por la cepa HSV-2, comúnmente afecta la piel y mucosa de los genitales. No obstante, las últimas investigaciones al respecto, confirman que cualquiera de sus dos tipologías puede afectar a cualquier parte del cuerpo, desde el área bucal a la genital, a pesar de tratarse de dos virus diferentes.
También conocido como virus del herpes genital, se trata de una ETS de contagio por el sexual sin protección, mediante penetración vaginal, sexo oral u anal. Sin embargo, esta virus también puede contraerse únicamente tras al contacto con la zona afectada – ya que esta no siempre presenta síntoma visibles entre brotes – , bien sea por juguetes genitales o estimulación sexual.
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¿Cuáles son los principales síntomas del Herpes Genital?
Los síntomas del herpes suelen presentarse entre las dos semanas y los 20 días posteriores al sexo sin protección, o lo que es lo mismo, después de haberse producido el contagio. Entre sus primeras muestras se incluyen falta de apetito, fiebre, inflamación de ganglios y mayor sensibilidad en las ingles. Mientras, en segundo lugar, darán comienzo la aparición de erupciones dolorosas en la mucosa genital, en forma de llagas o ampollas, en muchas ocasiones acompañadas de picor, fiebre y dolor al orinar, otros de los síntomas más comunes de una infección se transmisión sexual.
Considerado el brote más agresivo, la presencia de los primeros síntomas del herpes genital no siempre se observa durante el primer mes tras el contagio. En muchas personas, este virus puede permanecer latente, durante meses o años, hasta mostrar sus signos de actividad. Del mismo modo, una vez superado, nunca se puede saber a ciencia cierta cuando llegará una segunda aparición de sus molestos síntomas. Los expertos apuntan al estrés, cansancio o bajada de las defensas o fricción genital, como principales generadores de su reaparición, también conocida como “brote herpético” o “reactivación”.
Una vez que ocurre el contagio del herpes, se padecerá por el resto de nuestra vida, al tratarse de un virus que permanecerá vivo en nuestras células, o que desaparecerá una vez que el organismo consiga erradicarlo por sí solo. Sin embargo, la buena noticia es que se puede controlar y algunos remedios caseros pueden contribuir a combatir los síntomas de cada episodio.
Recomendaciones generales
Para tratar la incomodidad y el dolor que acompaña un episodio de herpes genital, se recomienda tomar un analgésico suave, o el indicado por el médico.
También es recomendable tomar duchas de agua tibia, sin embargo, se debe secar bien el área y genitales luego de cualquier baño. Además, la higiene es muy importante, lavar con frecuencia la zona afectada con sólo agua caliente y un jabón neutro favorece la curación y evita infecciones, siempre secando bien la zona después del lavado.
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Por último una recomendación clave es utilizar ropa interior de algodón, ya que a diferencia de las fibras sintéticas, el algodón evita la humedad de la zona.
Suplementos y plantas útiles en casos de herpes genital
Los episodios de herpes genital se presentan con más frecuencia cuando el sistema inmunológico se encuentra deprimido, por lo que algunos suplementos tales como la equinácea pueden contribuir a mejorar la capacidad de nuestro sistema inmune para protegernos de infecciones, de tal forma que los brotes de herpes sean menos recurrentes.
El propóleo, un producto de las abejas, podría ayudar a aliviar y sanar las úlceras de herpes genital, se pueden utilizar ungüentos que lo contengan y generalmente se recomienda aplicar varias veces durante el día hasta conseguir la curación.
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Remedios caseros para tratar Herpes Genital
Otros remedios sencillos que podemos utilizar para aliviar el dolor y promover la curación de las úlceras, son los siguientes:
Bolsita de té: Se sabe que el té tiene múltiples beneficios para la salud más allá de ser una bebida aconsejable y deliciosa, pero un dato poco difundido es qué puede ayudar a mejorar el estado de las llagas de herpes genital. Aplica una bolsita de té negro previamente mojada en agua tibia o fría, y presiona sobre la zona afectada, nunca utilices la bolsita de té caliente. Deshecha la bolsita y seca la zona a profundidad.
Aplicar frío: Si sufres de mucho dolor o comezón asociado al brote, el hielo puede ser una buena alternativa. Coloca hielo triturado en una bolsita de plástico y aplícalo en la zona afectada por 10 minutos, procura repetir el procedimiento varias veces al día y desecha las bolsas de plástico en cada uso. Procura no aplicar durante más de 10 minutos, ya que la exposición prolongada al hielo puede dañar los tejidos sensibles en la zona genital.
Aloe vera: Esta planta se ha empleado para aliviar las afecciones de la piel desde tiempos remotos, y en el caso de herpes genital, es una gran aliada, para obtener sus beneficios es recomendable aplicar un poco del gel que desprende la pulpa de aloe vera sobre las úlceras de herpes, y dejar secar, sino se cuenta con la planta también se puede recurrir al gel, utilizando una fina capa y permitiendo que seque para evitar guardar humedad.
Polvo Domeboro: Se trata de un medicamento de venta libre y que usualmente se emplea para tratar erupciones de la piel, tales como las que aparecen en los casos graves de pie de atleta, sin embargo también puede secar y reducir la comezón de las úlceras herpéticas.
Bicarbonato de sodio: Al igual que el polvo Domeboro, el bicarbonato de sodio ayuda a calmar la irritación y comezón de las llagas de herpes genital gracias a sus propiedades secantes, usando una bola de algodón o un hisopo puedes aplicar el polvo sobre la llaga. Recuerda separar la porción de bicarbonato de sodio que vas a emplear y reservar el resto, de esta forma se evita contaminar.
Lisina: Se trata de una aminoácido esencial, es decir que nuestro cuerpo no lo produce y por lo tanto debemos adquirirlo de fuentes dietéticas, tales como las legumbres, y las carnes, o bien, podemos consumirla a través de un suplemento. Estudios sugieren que la lisina puede prevenir o mejorar los brotes de herpes., no obstante recomienda consultar con nuestro médico antes de incluir este suplemento en nuestra dieta.
Prevenir el contagio del Herpes Genital
El virus del herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual altamente contagiosa que puede contraerse mediante el coito con una persona infectada. Las llagas o úlceras durante los brotes de herpes son los principales signos ante la búsqueda de prevención, por lo que es recomendable, evitar su contacto, así como el contacto con objetos de uso personal del paciente.
No obstante, el herpes genital también pasa por lo que se conoce como una «fase de desprendimiento«, en la que el virus se mantiene activo en la superficie de la piel, aunque sus síntomas no sean visibles, permaneciendo el riesgo de contagio a través del contacto directo con la piel.
Es por ello que ante la posibilidad de un posible contagio, se deben extremar las precauciones, así como tener en cuenta los riesgos para la salud que esta ETS puede tener a largo plazo:
En el caso del hombre
– Epididimitis: inflamación del epidídimo que se encuentra dentro de los testículos.
- Estrechez uretral: Reducción del conducto de la uretra que causas diversas dificultades urinarias y eyaculatorias.
- Orquitis: inflamación de los testículos.
– Esterilidad: Imposibilidad para fecundar a la mujer.
En el caso de la mujer
– Dificultades a la hora de concebir.
– Riesgo de contagio al bebé durante el parto.
– Embarazo ectópico.
Médicos y especialistas, recomiendan el uso de preservativo ante la prevención de cualquier enfermedad de transmisión sexual. A pesar de no ser un medio 100% efectivo en algunos de los casos – debido al riesgo patente exento de penetración -, su uso puede evitar múltiples contagios.
Del mismo modo, y ante la mínima sospecha de contagio, tras el sexo sin protección o con un paciente infectado, se aconseja realizar test para la detección de ETS. Una prueba con la que se podrán poner los medios para su cura, en infecciones bacterianas; o someter a los tratamientos indicados para aliviar y erradicar sus síntomas, en el caso de las infecciones víricas.
Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 10/10/2018
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