Publicado: 20/06/2015 - Actualizado: 12/10/2018
Autor: Miriam Reyes
La sudoración es un proceso normal por medio del cual eliminamos toxinas a través de la piel. El sudor también tiene otras funciones como la de controlar nuestra temperatura corporal, ayudándonos a refrescarnos cuando nos encontramos en un clima cálido o haciendo actividad física, sin embargo, cuando hay un sudor excesivo se considera anormal y se conoce como hiperhidrosis.
¿Por qué sudamos en exceso?
La hiperhidrosis se puede clasificar en dos tipos, la primaria y la secundaria.
Hiperhidrosis primaria: Sus causas se relacionan con problemas emocionales como la ira, la depresión, entre otros.
Hiperhidrosis secundaria: Ocurre como síntoma de alguna enfermedad o condición, como lesiones en la médula espinal, y diabetes. Existen varios motivos a los que la sudoración excesiva puede estar ligada, entre las más comunes podemos encontrar:
- Alteraciones Hormonales
- Diabetes
- Ansiedad
- Obesidad
- Problemas tiroideos
- Embarazo
- Problemas en la médula espinal
- Depresión
- Enfermedad cardíaca o pulmonar
- Lesiones cerebrales
- Menopausia
¿Cómo reconocer la sudoración excesiva?
A menudo se presenta en las palmas de las manos y las plantas de los pies, axilas y rostro, aunque puede afectar otras zonas. Además se acompaña de otros síntomas, como la descamación de la piel, el agrietamiento, el mal olor sobre todo en pies, pérdida de coloración en las áreas problemáticas, y descamación de la piel.
A veces el sudor puede empapar nuestra ropa, y se puede presentar en otras áreas del cuerpo como la espalda y cuello. La sudoración excesiva es reconocible cuando no responde a una condición en específico, es decir, cuando existe sin que se justifique su presencia, como casos de extremo calor o ejercicio.
Remedios Naturales para combatir la sudoración excesiva
Evisten varios tratamientos para la hiperhidrosis, desde medicamentos hasta procedimientos como cirugías, sin embargo, es importante saber que también las opciones naturales nos pueden sernos útiles.
Té de Salvia: Tratar los problemas de sudoración excesiva, no siempre requiere de un tratamiento externo, a ves el consumo de ciertos nutrimentos puede sernos eficaz, éste es el caso del té de Salvia, cuyo magnesio y vitaminas del complejo B pueden ayudarnos a controlar la sudoración desde adentro. Se recomienda consumir diariamente, aunque otra alternativa recomendable para este fin, es también el té verde.
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Hamamelis: Se trata de una planta con propiedades astringentes ideales para tratar la sudoración, es por ello que muchas veces se emplea como ingrediente en distintos antitranspirantes. Para aprovecharla se puede mojar un algodón en agua de hamamelis y aplicar en las zonas problemáticas, incluyendo axilas, manos, pies, o cuello, después del baño o después de haber lavado estas zonas del cuerpo. Si no contamos con el agua de hamamelis, todavía podemos aprovechar sus beneficios preparando un té de la corteza u hojas, y utilizándolo de la misma forma una vez que se enfríe.
Bicarbonato de Sodio: Uno de los remedios más populares para la sudoración, es el bicarbonato de sodio, se puede utilizar diluído en poca agua, sólo lo suficiente para formar una pasta, y poder aplicar en las zonas a tratar. Deja reposar la mezcla por 30 minutos y después enjuaga con poca agua. Repetir diariamente después del baño.
Vinagre de Manzana: El consumo diario de vinagre de manzana puede ser útil para mejorar la hiperhidrosis, se aconseja consumir tres cucharaditas diarias, una cucharadita diluída en medio vaso de agua 1 hora antes de cada una de las comidas principales.
Patatas: Aplicar rodajas de patata en las zonas que quieres tratar es un remedio sencillo, la patata debe estar cruda, y debes dejar actuar por al menos 15 minutos y hasta media hora, luego retira y deja secar, y limpiar con un paño seco.
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Té para sudor de pies y manos: El ácido tánico en el té tiene propiedades astringentes, y se pueden aprovechar para combatir la sudoración. Hierve un litro y medio de agua, y coloca varias bolsitas de té en el agua, una vez que se enfríe, vacía el contenido a un recipiente lo suficientemente grande para sumergir las plantas de tus pies o las palmas de tus manos, deja actuar por 15 minutos, y seca. Puedes empezar por las manos y luego por los pies, si sufres sudor excesiva en ambas áres. También puedes utilizar las bolsitas húmedas de té para tratar zonas como las axilas, procurando que ya se hayan enfriado.
Almidón de maíz: Un remedio útil para varias zonas del cuerpo, incluyendo axilas y cuello, consiste en utilizar una mezcla de almidón de maíz y bicarbonato de sodio. Mezcla 10 cucharadas de almidón de maíz con 3 cucharadas de bicarbonato de sodio en una botella o frasco. Después, seca el área con una toalla limpia, y con tu mano, aplica una capa de polvo, que se deja secar y se limpian los excesos con la toalla. Vuelve a aplicar la mezcla para evitar que se formen grumos. El almidón de maíz es muy absorbente y suele prevenir la sudoración excesiva.
Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 12/10/2018
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