Publicado: 18/03/2009 - Actualizado: 01/02/2020
Autor: Laura G. Garmendia
Hablar de la mente, en estos tiempos, debiera ser algo asi como hablar de las manzanas, las mariposas o las noticias. No debiera ser un tabu, ni un secreto ni causar sorpresa aprender a desarrollar tan poderosa herramienta pues la mente es algo que tenemos desde que el hombre existe y la cual hemos desaprovechado durante miles de años (1).
La mente es una herramienta con la cual puedes y podrías realizar infinidad de cosas, unas que incluso ni te imaginas como son curarte a ti mismo, hacer telepatía y otras más. Desafortunadamente muchas veces estos poderes no se entienden muy bien y uno pasa la vida desaprovechando tan magistral herramienta, utilizando apenas si un 2% de la capacidad total de la mente.
Hablar de esta misteriosa y fascinante herramienta puede ser en realidad algo muy práctico y sencillo pues en realidad la mente equivale a pensamiento. Si, asi de simple. Asi que de ahora en adelante, cada vez que alguien te hable de la mente, tu sabrás que se esta hablando del pensamiento ¿Correcto? Aprender a usar tu mente es lo mismo que aprender a usar tus pensamientos (2).
¿Cómo puedes aprender a usar tus pensamientos?
Bueno, lo primero que hay que aprender es que los pensamientos no son ni buenos ni malos, en realidad los pensamientos son frecuencias eléctricas que fluyen por tu cerebro cada vez que piensas, imaginas, reflexionas, ves la tele, aprendes, etcétera. Cuando alguien dice que un pensamiento es “bueno” o es “malo”, lo que se está haciendo realmente es calificar un pensamiento de acuerdo a una muy personal opinión.
Y la opinión es algo muy relativo, la opinión que tiene, por ejemplo, tu vecino acerca de la crisis, puede ser muy distinta a la opinión que tiene tu amigo, tu maestra, un niño, un anciano o hasta tu mismo acerca del mismo tema.
Las opiniones son tan sólo el resultado de las conclusiones que alguien ha sacado respecto a lo que ha vivido y experimentado en su vida. Como dice un dicho: “Cada quien habla a como le va en la feria”. Y si a un señor le ha ido de la patada en su economía, hablara muy mal de ella, con miedo, con resentimiento, mientras que al que no le ha costado conseguir la plata, hablará lindo y muy bien, además de que gozará de tener plata en su vida.
Asi que regla número uno para aprender a usar tu mente: aprende a desligarte de las opiniones ajenas, incluso si es tu mamá o tu papá o tu jefe, quien sea, cuando escuches una opinión de ti o de cualquier asunto, piensa que esa es la forma en como piensan ellos, pero eso no indica que asi sea la cosa.
Tu amigo o quien sea hablará “bien” de ti, pro ejemplo, cuando se sienta bien o cuando, por ejemplo, le regales algo lindo. Sin embargo, quizá no opine muy bien de ti si es que se te ocurre no prestarle lo que te pidió la semana pasada.
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Ahora, si no puedes evitar sentirte agredido o conmovido por las opiniones de alguien, entonces debes revisar que tanto tu opinión coincide con esa opinión. Esta es una de las claves más importantes para empezar a manejar tus pensamientos de forma grandiosa, aprender a observar lo que sientes cuando alguien dice algo acerca de ti o de algo más.
Si, por eejmplo, alguien dice que eres poco inteligente y tu te deprimes por esto, entonces el problema no esta en el comentario, sino en lo que tu estás creyéndote del comentario, porque si piensas que en verdad no eres inteligente, entonces te sentirás agredido ¿Lo ves? Pero si te sintieras inteligente, esos comentarios simplemente se resbalarían y no te revolverían el estómago.
Y para que esta breve enseñanza quede bien resumida y nunca se te olvide, estudia lo siguiente: Qué haces si en la calle te gritan: “¡eres una banana aplastada!” Pues lo más seguro es que te rías, tu sabes que no eres una banana … y mucho menos aplastada! Asi que el comentario hasta se te hace bobo.
Asi que cada vez que escuches algo por ahí y reacciones con enfado o te sientas conmovido, revisa en donde te estas sintiendo asi y fortalece esa parte de ti mismo empezando por no criticar o sentirte apenado o culpable por lo que sientes, sino aprendiendo a aceptar lo que eres y fortaleciendo tus debilidades. Si aprendes a conocerte un poco cada dia a través de la observación, verás como cada vez menos te sientes afectado por las opiniones ajenas, porque estarás seguro de lo que eres (3).
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Escrito por: Laura Garcés
Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 01/02/2020
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