Duchas Calientes y Paro Cardíaco

Publicado: 12/08/2014 - Actualizado: 10/10/2018

¿Eres de los que se baña con agua muy caliente, especialmente en invierno?  Si es así, ojo con esta información, lamentablemente diversos especialistas médicos, han anunciado que darse duchas calientes puede afectar a nuestro sistema cardiovascular, incluso provocar un paro cardíaco.

Pero veamos, eso no significa que desterremos la therma o los calentadores de agua y que nos pelemos de frío al bañarnos como he leído por ahí, más aún en las estaciones frías.

Lo que se resalta es el daño de agua muy, muy caliente y en exceso. Así que usted no debe poner fin a sus relajados baños agüita caliente.

Qué sucede con las duchas calientes

¿Pero, por qué el agua caliente puede significar un peligro? De acuerdo a los estudiosos del corazón, darse largas duchas con este tipo de agua hace que se dilaten  o contraigan los vasos capilares, esto puede ocasionar la  caída o subida brusca de nuestra presión arterial.

En muchos casos, esto es suficiente para desencadenar una pérdida de conciencia, incluso un infarto.

Mal del corazón

Esto es peor si ya eres una persona que sufre de afecciones cardíacas, por ejemplo si sufres de arritmia, el agua muy caliente puede provocarla, pues al dilatarse los vasos sanguíneos, cambia la presión sanguínea incrementando la cantidad de latidos. Dependerá del área del corazón donde se producen estas irregularidades en los latidos de la gravedad de la arritmia y de sus consecuencias.

Con el marcapasos y la taquicardia

Si tú llevas un marcapasos o algún familiar cercano, es bueno que sepas que para estas personas lo mejor es evitar los duchazos calientes, peor aún si lo haces en una tina, donde estás más expuesto. El calor puede abrir las células de la piel, produciendo finalmente infecciones o dañar el marcapasos.

El mismo cuidado lo deben tener quienes sufren de taquicardia, pues el agua caliente les provocará cambios de dilatación y de presión sanguínea que puede iniciar la taquicardia.

No todos

Como hemos visto las duchas calientes inciden directamente en nuestros vasos y presión sanguínea, pero sólo causará un daño grave en la medida que seamos pacientes con algún problema cardíaco o si sufrimos de hipertensión arterial.

No le pongamos un no rotundo al agua caliente, si es que nos gusta tanto un baño con esta agua, que realmente relaja. Sin embargo para no pasar contratiempos en nuestra salud, podemos elegir los baños con agua tibia.

Beneficios de las duchas calientes

Como veremos, no todos son peligros o perjuicios, bañarse con agua caliente, también puede traernos beneficios a la salud. Por ejemplo nos relaja, es por ello que incluso los spás o centros de relajación ofrecen baños con agua caliente para promover una conexión con nuestro interior.

Si sufres de insomnio un baño con agua caliente seguro te brinda tanta relajación que querrás tomar un descanso para desconectarte de la rutina diaria. SI quieres obtener mejores resultados, puedes añadir unas gotas de aceite de lavanda al agua.

El baño con agua caliente permite también eliminar toxinas de una mejor forma que el agua fría. Sólo no pongas el agua demasiado caliente, pues puede provocar celulitis.

Otro punto a favor es que el agua caliente aumenta la circulación sanguínea y mejora el sistema linfático, asimismo ayuda a que nuestros músculos se relajen y se logren desinflamar nuestras articulaciones dañadas.

Si sufres de alergias o resfrío, el vapor de agua caliente puede lograr que alivies estas afecciones, porque actúa como un descongestionante natural. Sólo basta con que le agregues unas gotas de eucalipto, o aceite de menta, verás cómo tus fosas y senos nasales se descongestionarán.

Duchas frías

Y qué hay de las duchas frías, aunque para muchos de nosotros sea un suplicio, vale resaltar que los médicos siempre la recomiendan, por los diversos beneficios que otorga a nuestra salud. Aunque al inicio cueste, si lo intentas tal vez te acostumbres, el secreto es hacerlo de modo gradual, hasta lograrlo de forma permanente.

Mejora la circulación

El baño con agua fría, mejora nuestra circulación porque cuando nuestro cuerpo se pone en contacto con ella, rápidamente se lleva más sangre a los órganos y tejidos internos, logrando un mejor flujo sanguíneo.

Piel fresca y sana

Muchas personas me comentan por propia experiencia que el agua fría le ha devuelto a su piel la lozanía y frescura que les quitó el agua caliente. ¿Has notado que tus largas duchas calientes le han quitado la humectación natural a tu piel, volviéndola reseca? Y luego tenemos que ponernos la crema para superar este problema. La verdad hay que decirla, el agua caliente lava y remueve la grasa natural de la superficie de nuestra piel.

Energía recargada

El agua fría suele además proporcionar energía a tu cuerpo, después de salir de la ducha, las personas manifiestan tener más fuerzas y ganas para enfrentar los deberes del día a día. Se sienten rejuvenecidos, frescos, con vitalidad. Tal vez eso te anime a dejar el agua caliente.

Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 10/10/2018

Acerca del autor
  • Sally M. Aiquipa

    Licenciada en Comunicación. Periodista especializada en medicina natural y terapias complementarias. En Salud Natural nos descubre las propiedades y beneficios de los alimentos y productos que la naturaleza pone a nuestra disposición. Este es su perfil en Linkedin.