Publicado: 01/12/2007 - Actualizado: 13/10/2018
Autor: Laura G. Garmendia
En tu cuerpo hay partes que equivalen a tu sentir, a tu pensar y a tu querer. A tu pensar le corresponde el área de la cabeza, al área de la espalda, los hombros y el pecho tu sentir, y de tus caderas hacía abajo tu querer o acción. Si observas tu cuerpo este puede revelarte cosas interesantes respecto a la forma en la que se están relacionando estos tres aspectos tuyos. Observa bien tu espalda, la inclinación de tus hombros, la forma que tienen tus piernas y la postura en general de todo tu cuerpo: ¿sientes que tu cuerpo tiene una buena conexión en estos tres aspectos? ¿Sientes que fluye armónica y equilibradamente la energía por todo tu cuerpo?
Pelvis
Hay personas, por ejemplo, que tienen una la pelvis con un leve desplazamiento hacía adelante, como si quisieran avanzar pero su tronco (su sentir) y su cabeza (su pensar) por alguna causa se quedaran atrás. Hay quienes tienen sus hombros caídos hacía adelante, como protegiendo su pecho (su sentir), lo que puede indicar una falta de confianza o un estarse protegiendo de algo. Los hombros retraídos indican también una dificultad para extender los brazos y tomar lo que queremos. Un abdomen caído y flojo puede indicar un individuo con poca fortaleza emocional, y un esternón duro y protuberante es una especie de caparazón, una defensa para no dejar pasar lo que provoca vulnerabilidad.
Cuello
El cuello es un lugar muy importante, pues representa el puente de unión entre la cabeza y el sentir y acción de un individuo. Por el cuello pasa el aire y el alimento y está la garganta por donde salen las palabras. Las palabras hablan de lo que sentimos y pensamos, el aire y el alimento son elementos vitales. Un cuello rígido o adolorido indica tensión, no poder dejar pasar “algo” que nos es indispensable, y no se deja pasar o no se puede pasar por algún criterio rígido establecido en la cabeza (un cuello rígido por lo general habla de inflexibilidad u obstinación). El cuello es una zona muy interesante y que requiere de una observación detallada para lograr descifrarle.
Cadera
La cadera, por ejemplo, es la unión entre nuestro actuar y nuestro pensar y sentir y representan la capacidad de actuar en la vida, de imponer nuestras ideas y criterios. Las piernas con las que nos llevan a donde queremos, son indicadores de que tanto nos cuesta movernos por la vida hacía donde anhelamos.
Sentir el cuerpo
Cada vez que veas tu cuerpo o sientas que no está fluyendo armónicamente, que se tensa, se contrae o duele y molesta, detente a considerar aquella parte del cuerpo que quiere darte un mensaje y reflexiona en cada caso, acerca de tu pensar, sentir y actuar. Esto puede ayudarte a dar una idea del porque tu cuerpo se comporta de cierta forma.
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Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 13/10/2018
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