Publicado: 16/04/2014 - Actualizado: 10/10/2018
Autor: Laura G. Garmendia
¿Te quedas dormido de inmediato pero te despiertas a las tres en la madrugada? ¿Te cuesta conciliar el sueño después de esta hora? Este es un tipo de insomnio que le ocurre a varias personas, quienes llegan tan cansadas de trabajar que se quedan dormidas de inmediato, pero a las tres o cuatro de la madrugada se despiertan y ya no pueden dormir.
Dormir bien es una de las claves básicas para mantener nuestro cuerpo joven y saludable, cuando dormimos se reparan tejidos, el cuerpo se limpia, el sistema nervioso descansa y se regenera, los órganos de nuestro cuerpo equilibran sus funciones, etc. Si sientes que no duermes bien pude tu cuerpo estar sufriendo un desgaste especial y es momento de atender la causa que te impide conciliar el sueño, ya que quizá al principio no lo resientas y puedas vivir sin dormir bien, pero con el tiempo las malas noches se acumulan generando una serie de desgastes que son nocivos para el cuerpo como:
- Descenso de eficacia cognitiva
- Desgaste de las funciones cardiovasculares
- Irritabilidad del sistema nervioso (La persona se siente más sensible, irritable, conmovida, iracunda, ansiosa, etc)
- Mal funcionamiento inmunológico y endocrino, lo cual provoca que uno sea más propenso a enfermarse, contagiarse, etc.
Las personas que no duermen bien, que tienen sueño intranquilo, pueden creer que de alguna forma se han acostumbrado, y puedan realizar sus labores sin somnolencia. Pero sin darse cuenta el cuerpo lo resiente y su eficacia en sus tareas cotidianas disminuyen.
Causas del insomnio
Este insomnio de las 3am se puede deber a las siguientes causas:
- Saturación de labores en el día
- Estrés por exceso de pendientes a resolver
- Emociones que no han sido bien comprendidas y que se guardan
- Ansiedad o miedo por situaciones que nos preocupan
- Una dieta deficiente en algunos minerales
- Exceso de actividad física
¿Qué hacer si tienes sueño intranquilo?
Si sufres de este tipo de insomnio te recomendamos lo siguiente:
- Durante el día trata de observarte y aprende poco a poco a no satúrarte de tareas, a confiar más en ti y a tener al menos un rato de descanso recreativo para ti.
- Durante el día trata de llevar una dieta balanceada, la falta de minerales puede estar afectando el sistema nervioso, es importante que incluyas jugos de vegetales frescos, cítricos en ayunas y complementos como semillas de chía, linaza, avena, pescado, semillas de girasol, sésamo, nueces, leche de almendras en lugar de leche de vaca, etc.
- No exageres la actividad física, ten una rutina apropiada a tu rendimiento y cuida de estar tomando los nutrientes necesarios.
- Evita el azúcar blanca en todas sus formas, la cual es muy irritante para el sistema nervioso. Evita refrescos, pasteles y dulces condimentados, procesados o refinados, usa la menor cantidad de azúcar posible y si vas a endulzar mejor que sea con miel de abeja, agave o azúcar morena o estevia (no esplenda). No utilices azúcar de dieta pues esta es peor para el organismo. En los niños es muy importante que evites el azúcar ya que además de que los irrita roba minerales y nutrientes al cuerpo.
- Si te despiertas a esta hora y el sueño se te va, te recomendamos respirar suavemente, poniendo tu mano sobre tu abdomen y tratando de dirigir tu respiración y fuerza abdominal hacia la zona del abdomen donde está tu mano. Concentrarte en tu respiración es uno de los recursos más eficientes para relajar el cuerpo y ponerlo de nuevo a dormir.
- Si pasan muchos pensamientos por tu cabeza y no los puedes detener, procura simplemente observarlos, no te resistas a no pensar y obsérvalos, si notas que hay cosas que te preocupan es que quizá en el día no te estás prestando atención o no has encontrado la solución a algo. En este caso, has la respiración recomendada y háblate a ti mismo diciendo cosas como “Todo se resolverá perfectamente”, “Mañana encontrare una buena solución a esto”, “Mi cuerpo esta relajado y en paz con lo que vive pues confío en que todo sucederá en buenos términos”, etc. Y procura durante el día prestarle atención a lo que sientes es un problema, recuerda que todos los problemas son en realidad desafíos que nos enseñan a crecer, a confiar más en nosotros, a desarrollar más creatividad y a arriesgarnos más por lo que en verdad amamos.
- Si realmente no puedes conciliar el sueño no luches con la almohada. Levántate y camina un poco, lee algún libro que te guste y bebe un poco de te caliente de azahar, pasiflora, hierbabuena o manzanilla, que son relajantes. Seguramente te dará sueño muy pronto otra vez y podrás regresar a dormir.
Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 10/10/2018
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