Publicado: 07/01/2009 - Actualizado: 25/01/2020
Autor: Laura G. Garmendia
Todos trabajamos para alguien, incluso aquellos que son dueños de empresas o negocios y sean quienes toman sus propias decisiones, trabajan para aquellos que se benefician de lo que venden.
Por otro lado, todos nos relacionamos con alguien que trabaja para nosotros, pues cada vez, por ejemplo, que vamos a la tienda y compramos algo, en realidad lo que adquirimos es el resultado del esfuerzo y dedicación que tuvo alguien para poder darnos un gusto o cubrir una necesidad.
Estamos en un constante trueque, yo comparto esto, yo comparto lo otro, nos beneficiamos y se benefician de nuestro esfuerzo, responsabilidad y creatividad, por lo que es muy importante valorar a los demás.
Valorar a los demás en el trabajo
El dinero, podríamos decir, es una de las recompensas gratas del trabajo pues con este podemos tener la libertad de escoger, dentro de este mundo de alternativas creativas, lo que más nos complace adquirir. Nadie parece quejarse cuando le dan una mejor paga por lo que hace, y muchos protestan cuando la paga parece no ser equitativa respecto a su esfuerzo y creatividad.
Llegar a un acuerdo monetario es muy importante para que una empresa, un negocio y hasta una casa funcione fluida y armónicamente. Sin embargo, hay algo que se mueve debajo del dinero y el trabajo y que hace la gran diferencia entre las empresas, negocios y casas que funcionan bien y las que funcionan con gran éxito, y esto es el contento y la disposición entusiasta con el que un trabajador llega a trabajar, por lo que siempre es recomendable valorar a los demás para mejorar su rendimiento laboral y su satisfacción en el trabajo (1).
No importa si una empresa tiene mucho dinero o gente altamente creativa y responsable trabajando. Si quienes dirigen no consiguen hacerles sentir a su gente la importancia de su trabajo y el valor que tiene para ellos, entonces la empresa no podrá rendir a su máximo potencial.
Está comprobado que la frialdad de los directivos o jefes respecto a sus trabajadores provoca una desmotivación en estos últimos. Si quienes trabajan no tienen la virtud de motivarse a ellos mismos, entonces podremos tener gente que trabaja con cierto enojo, disconformidad e insatisfacción, la gente buscará motivos para “no trabajar” o hacer las cosas “ahí nomás”.
El no valorar a los demás es el principal motivo por el cual muchas empresas no arranquen exitosamente o se queden estancadas sin una evolución creativa. El trabajar en un ambiente donde los directivos son distantes, poco observadores y valoradores del esfuerzo de sus trabajadores, invita a los mismos a una protesta constante así la paga sea buena o muy buena. Además, la empresa tendrá más problemas, pues donde no se maneja una armonía y madurez emocional, los conflictos parecen siempre estar ahí (2).
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El ambiente laboral es un lugar donde se busca encontrar, sobre todo, reconocimiento y valor, porque esto nos lleva a una realización personal y, además, nos hace notar que estamos haciendo para mejorar la empresa y que podemos hacer para mejorarla.
Incluso alguna de las personas que saben motivarse ellas mismas, esperan secretamente que llegue algún compañero o directivo y le exprese su sentir respecto a su trabajo, incluso si el sentir no es bueno. Darse unos minutos para decir “Gracias, me ha gustado tu trabajo, estoy muy contento contigo en mi equipo laboral”o “ Me ha gustado esto y lo otro, pero creo que podríamos mejorar esto.” o “ Me parece que no has rendido lo que esperábamos, pero confío en tu capacidad, se que lo harás muy bien este mes.”, etc.
La inteligencia emocional apoyada, entre otras cosas, en frases como estas, sin duda mejora el buen desempeño del trabajador. Estas frases de motivación y otras actitudes de relaciones interpersonales pueden darle a la persona toda la fuerza necesaria para, no sólo engrandecer una empresa, sino engrandecerse a si mismo (3).
El contacto emocional maduro es muy importante y debe fluir en un ambiente laboral. Verás que si practicas esto con una intención honesta, la gente de tu empresa o compañeros mostraran un ánimo distinto, verás que si no rendían empiezan a rendir, y si ya rendían, lo harán 10 veces más. Valorar a los demás: esta es una clave de éxito.
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Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 25/01/2020
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