Publicado: 22/01/2015 - Actualizado: 17/03/2021
Autor: Miriam Reyes
En el mercado existen multitud de jabones, de todos los colores, con todos los aromas que se nos pueda ocurrir y de los que los fabricantes indican múltiples propiedades. Si eres de las personas que quieren saber qué aplican exactamente a su cuerpo y deseas elegir el color de tus jabones, su aroma y sus propiedades sigue leyendo este artículo y aprende a hacer tus propios jabones, es más sencillo de lo que imaginas.
Contenidos
Tipos de jabón
Puedes hacer tus jabones básicamente de los siguientes dos tipos:
1.- Jabón de aceite
El jabón de aceite es el jabón clásico del que hacían nuestras abuelas y del que todas hemos oído hablar.
La materia prima principal utilizada en este tipo de jabones es el aceite y en el pasado este tipo de jabones se hacían con aceite usado, que se filtraba para eliminar impureza y se reciclaba como jabón.
Se le pueden añadir diferentes colorantes y aromas y en el mercado existen una amplia oferta de los mismos.
Estos jabones artesanales se hacen mediante el proceso de saponificación, para el que es necesario utilizar sosa, un producto que hay que manejar con cuidado. Si se toman las medidas de precaución necesarias para su utilización no tiene por qué haber problemas, pero hay que tener cuidado al usarla.
Dicen que este tipo de jabones fueron los primeros que se elaboraron y que se descubrieron por casualidad a raíz de la mezcla accidental de grasa y ceniza. Según una leyenda romana en la falda del monte sapo se realizaban sacrificios de animales, que se incineraban. El agua de lluvia arrastraba esas cenizas con restos de grasa que terminaban en el río Tíber y de esta forma, y por casualidad, los habitantes de esta zona descubrieron que si se mezclaban estos componentes el producto que se hacía con ellos servía para limpiar. Otras leyendas hablan de orígenes diferentes.
Al ser un tipo de jabones que requieren tener más experiencia en el mundo de la cosmética natural hablaremos de cómo se elaboran en un próximos post, y en este nos centraremos en cómo hacer jabón de glicerina.
2.- Jabón de glicerina
Estos jabones son más sencillos de realizar y también es posible hacerlos de muchas formas, diferentes colores y aromas.
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Para hacerlos pueden comprarse todos los materiales en el mercado y aunque también hay que hacerlos con cuidado porque hay que calentar estos materiales su grado de complejidad es menor.
Cómo hacer un jabón de glicerina
Para hacer este jabón se necesitan los siguientes materiales:
1.- Molde: a ser posible de silicona. Si es metálico será necesario aplicarle desmoldante para evitar que se pegue el jabón a sus paredes.
En el mercado podéis comprar un montón de moldes diferentes o si queréis para probar por primera vez podéis usar una cubitera de silicona. Si usáis la cubitera no olvidéis que ya no podréis usarla para uso alimentario.
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2.- Glicerina
3.- Colorante: podéis elegir el que queráis de vuestro color favorito. Al comprarlo tener en cuenta que tiene que se apto para jabones de glicerina.
4.- Esencia aromática: será la encargada de dar aroma a vuestro jabón y en el mercado existe un amplio catálogo de esencias entre las que seguro encontraréis vuestra favorita.
5.- Alcohol: lo usaremos para evitar que al jabón le salgan burbujas. Si tenéis un pulverizador para aplicarlo mucho mejor.
6.- Dos recipientes de plástico.
7.- Un palito de madera para remover o una cuchara que no vayáis a utilizar luego para uso alimentario.
Hacer jabón de glicerina paso a paso
1.- Cortamos la glicerina en dados y la ponemos dentro de uno de los recipientes de plástico.
2.- Lo calentamos en el microondas teniendo cuidado de que no llegue a hervir ya que si lo hace luego el jabón “sudará”.
Para que no llegue a hervir lo mejor es que conforme se vaya derritiendo retiréis la derretida a otro recipiente y sigáis calentando el resto.
3.- Añadimos unas gotas del colorante elegido y removemos.
En este caso no hay una regla de gotas fija, cuanto más agreguéis más intenso quedará. No os olvidéis de removerlo conforme vayáis agregando el colorante ya que hasta que no lo mecléis bien no se apreciará bien el color que va cogiendo el jabón.
4.- Agregamos la esencia aromática y volvemos a remover.
En este caso tampoco hay una regla fija, pero con 3 o 4 gotas bastará.
5.- Vertemos en el molde y pulverizamos con alcohol. Si no tenéis un pulverizador podéis echarlo “salpicándolo” con los dedos.
Al verterlo en el molde se le harán burbujas y pulverizando la glicerina con alcohol conseguiréis eliminarlas.
6.- Dejamos enfriar, desmoldamos y ya está listo nuestro jabón artesanal de glicerina.
Como veis hacer vuestros propios jabones es mucho más sencillo de lo que podría parecer, animaros seguir esta receta y a preparar vuestros propios jabones con las formas, colores y aromas que más os gusten.
Espero que os haya gustado este post, la próxima semana os hablaré de cómo hacer una crema hidratante para la cara para nutrir vuestra piel y protegerla contra los cambios de temperatura del invierno.
Si tenéis alguna duda estaré encantada de resolverla, enviar un comentario a este post y os responderé lo más rápido posible.
Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 17/03/2021
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