Publicado: 11/10/2013 - Actualizado: 15/11/2018
Autor: Laura G. Garmendia
Si aprendemos a conocer nuestro cuerpo podríamos ayudarle a sanar afecciones que a veces no se pueden curar y se vuelven crónicas, como las úlceras y el acné, por ejemplo, que muchas veces por más que hacemos no acaban de sanar o brotar, y persisten. Podemos ayudarle mucho a nuestro cuerpo a recobrar la salud si entendemos cómo funciona.
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Causas emocionales de las piernas ulceradas y el acné
En realidad, las ulceras y otras afecciones como el acné son una fase de reparación del cuerpo. Cuando el cuerpo necesita curar algo, entonces necesita energía y usar todos sus recursos, por lo que la persona siente fatiga o cansancio. La fatiga o la sensación de desánimo o pesadez provoca que la persona vaya y descanse, esto causa que el cuerpo este relajado y se inicie, ahora si, la fase de reparación.
Cuando la persona esta relajada y se siente más tranquila, entonces el cuerpo entra en fase de reparación profunda, y empieza a reparar, y en esta fase empiezan los síntomas típicos de reparación que son hinchazón, dolor, calor, ardor, etc. Esta es la fase “caliente” de reparación. En este momento, nos sentimos, digamos, “peor” que antes, y pensamos que no estamos bien. Pero en realidad, cuando estos síntomas se manifiestan, es que el cuerpo esta curándose.
Ahora bien. En esta fase de reparación, la persona no sabe que se está curando y que estos síntomas son de sanación, por lo que se comienza a estresar y a entrar en ansiedad por la enfermedad. El estrés genera cortisol, el cual es un desinflamante natural. Así que entonces tenemos algo interesante: la pierna o el acné se desinflama o baja los síntomas. Aunque parezca extraño, el estrés y la ansiedad parece que “mejoran” la enfermedad. La persona dice: “Me estoy curando”, pero la curación no se ha logrado del todo. Fue frenada por el estrés que apaciguo los síntomas. Así que la persona cree que esta mejor y vuelve a hacer cosas, a seguir su rutina y su “acelere”, cuando aun la pierna ni el acné están curados. Así que, al poco rato de que la persona toma su rutina, vuelve el síntoma de cansancio, de irritabilidad. Y los síntomas como la inflamación, ardor, dolor, etc., vuelven. Y si la persona entra en estrés o ansiedad curativa nuevamente, la curación se vuelve a frenar. Esto genera los síntomas o el padecimiento crónicos, la ulcera ni el acné alcanzan a curarse.
¿Qué se debe hacer para tratar piernas ulceradas o acné?
Para curar ya sea una ulcera o el acné, es importante recordar que la inflamación, dolor, ardor, etc., son un síntoma curativo, y hay que permitirle al cuerpo el tiempo necesario para que pueda repararse por completo. Para esto, se debe mantener reposo y calma, evitar el estrés y la ansiedad, mantener una dieta de calidad para que los tejidos se reparen y regeneren y así la piel pueda sanar del todo.
En el caso de las ulceras, se debe ayudar a la pierna con ejercicios en contra-gravedad, evitar las calcetas o vendas elásticas ya que esto vuelve más flojas a las venas y el cuerpo se acostumbra a la presión externa en lugar de esforzarse por reparar para que la pierna vuelva a su estabilidad. Además, en la fase de curación, hay que descansar y meditar en las cosas que no nos gustan, para ayudar al cuerpo a circular las emociones estancadas que se van quedando en el cuerpo, sobre todo el enojo y la desilusión.
Recuerda siempre que estés en fase de reparación tomar vegetales frescos y al vapor, así como caldos, semillas de chia, linaza, pescado al vapor, nopal, sabila, jugos cítricos en ayunas, cebolla cruda, ajo en las noches, etc. Todos estos alimentos son excelentes aliados para la curación natural de la piel.
Referencias
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Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 15/11/2018
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