Publicado: 20/12/2013 - Actualizado: 10/10/2018
Autor: Laura G. Garmendia
¿Sientes que alguien te sigue? ¿Presientes que alguien te engañara o traicionará? ¿Sospechas que los que te rodean quieren hacerte daño? La paranoia es una sensación de desconfianza o miedo fuera de lo normal, que ocurre en la persona que la padece. Esta sensación se siente tanto emocional como físicamente, y suele progresar si no se atiende en su momento.
Las personas con paranoia por lo general se sienten muy inseguras y suelen tomar decisiones o hacer conclusiones ilógicas o absurdas respecto a lo que ocurre en su entorno. Estas personas sienten desconfianza de su entorno, tienen presentimientos “malos”, sospechan de los demás y se sienten ya sea vigiladas o perseguidas constantemente, traduciendo los ruidos que oyen, las voces, los comentarios, la caras y lo que pasa en el entorno como algo negativo.
No se trata de miedos comunes, sino que en la persona paranoica la realidad cambia por completo bajo su interpretación de que los demás podrían hacerles algún daño, ya sea a ellas mismas o a quienes aman.
La paranoia puede ser grave o ligera, en todo caso, se recomienda seguir estos pasos para poder ayudar a sanarla. Es importante que sepas que esta es una condición que puede ser tratada hasta cierto punto en casa, ya que la persona puede estar sana, no demente, y solo experimentar episodios de mucha desconfianza o miedo.
Ayuda en casa para la paranoia:
Calma: Trata de mantener la calma y ayudar a ver a la persona las cosas de un modo objetivo. Es importante que no te alteres y que te muestres calmada y que no niegues lo que te dice la persona con desconfianza. Es importante escucharla y luego hablarle de la confianza en uno mismo y en los demás, y darle lecturas que hablen de como trabajar con los miedos, los cuales siempre están en tiempo futuro. Habría que acercar a la persona a una vida espiritual mas profunda, a creer más en ella misma y a confiar en sus habilidades. Resulta muy positivo motivarla a que tome alguna clase de manejo emocional.
¿Tienes miedo o desconfianza, y deseas ayudarte a ti mismo?
Bueno. El primer paso para lograr lo grandioso es que uno tenga intención de lograrlo. Cuando te sientas desconfiado o enojado con alguien en tu entorno, o sientas que alguien te quiere hacer daño o traicionarte:
- Necesitas empezar a aceptar esta condición y a no verla como algo malo. Si no confías en las personas es que quizá no confías en ti. Así que el primer paso es aprender a tenerte confianza, y a encarar enojos que quizá estés guardando, a perdonar a las personas en tu pasado que creas te hicieron daño y a soltar sentimientos de agresividad guardados. Te recomendamos que tomes un taller de consciencia emocional los cuales te ayudaran a tener más paz contigo mismo.
- En la paranoia parece que siempre hay guardados sentimientos de enojo hacia alguien o algo, y muchas veces no están reconocidos. Es importante que aprendas a no esperar de los demás, que entiendas que cada persona hace lo posible por hacerse feliz, y que si alguien no se comportó como esperabas es que no podía hacer más. Si empiezas a hacer tu vida linda y animada, veras como el enojo y el miedo empiezan a desaparecer.
- Cuando sientas miedo o desconfianza respira profundo, concéntrate en tu abdomen, como se eleva con tu respiración y como exhalas aire. La respiración hará que tu mente se frene y deje de rumiar en pensamientos que no te llevaran a nada. Mejor sigue el paso 4.
- Haz una lista de pensamientos o afirmaciones que te ayuden a enfocarte en personas que te atraigan o que te den confianza.
- Practica la meditación y haz yoga o tai-chi.
- Ve películas que te ayuden a trabajar con los miedos y a tener confianza en tu mente, como Matrix, Después de la Tierra, El camino del Guerrero, etc. recuerda que tu mente es una herramienta muy poderosa, si no la aprendes a usar, ella te usara a ti.
- Evita rodearte de personas desconfiadas, busca amigos que sean alegres y les guste la vida.
- En tu dieta evita el azúcar blanca y las harinas refinadas. Debes tomar jugos de vegetales frescos diariamente, incluye chia, nueces, aceites y leches vegetales, así como pescado y frutos secos. Todos estos ayudan a nutrir el sistema nervioso.
Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 10/10/2018
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