Publicado: 18/09/2010 - Actualizado: 13/10/2018
Autor: Laura G. Garmendia
La Meditación Trascendental es el arte de entrenar la mente. Esta definición puede ser muy acertada y clara, y sin embargo, cuando uno intenta meditar sin un guía o maestro, puede ser difícil lograr este arte, aunque no imposible.
La misión del maestro y los guías es darnos la inspiración y el camino adecuado para realizar un conocimiento o desarrollar una habilidad. Cuando el maestro logra transmitir a su discípulo el conocimiento, y provoca que su discípulo crezca y lo lleve a la práctica, es entonces que el maestro ha logrado su misión. El maestro debe de tener muy claro que su misión no es saber, sino aprender a hacer del conocimiento algo cada vez más práctico, claro y comprensible para los demás. Cuando lo logra, entonces el maestro o guía se convierte en un ser digno del aprecio y admiración de su discípulo.
Sin embargo, no siempre el maestro esta dotado de un conocimiento claro, y puede que su falta de comprensión interfiera en la transmisión del conocimiento. Sin embargo, muchas veces el maestro se engrandece cuando intenta enseñar lo poco que sabe y, aunque su saber sea confuso, sus ganas de transmitir un conocimiento puede despertarle ese saber interior que lleva dentro. Así pues, podemos recordar el refrán que canta: “Aprende a enseñar, que enseñando aprenderás”. No hay como la experiencia para pulir el conocimiento. Y por eso, bien vale a veces ser nuestro propio maestro, pues enseñándonos a hacer algo, podemos despertar saberes que estaban apagados en nosotros.
La meditación y tu maestro interior
Meditar es algo que se ha malentendido: unos creen que es estar en posturas forzadas, otros creen que es batallar pensando en cosas, otros hacen lo posible por callar a todo el mundo y buscar el lugar apropiado, etc. Sin embargo, esto no es que este mal, sino que uno puede saber que esta meditando de la forma correcta o incorrecta cuando simplemente observa los resultados.
La meditación tiene como finalidad entrenar la mente. Esto significa que, con una mente más entrenada, uno puede empezar a tener mayor voluntad, mayor creatividad, mayor enfoque en lo que hace y mayor realización en todos los aspectos de su vida. Si esto no se esta logrando, es que la meditación solo puede estar sirviendo como un efecto placebo para “perfumar” los momentos con algo “positivo” o, también, pudiese la meditación convertirse en un medio de escape para lo que no queremos ver y comprender.
La meditación consiste en un entrenamiento, no es algo escapista ni forzado ni ritualista. Si crees que a pesar de meditar no tienes aún la voluntad o la vida que profundamente quieres, entonces quizá no hayas encontrado a un guía experimentado y te estés forzando, escapando o adornando con la meditación. Ahora: no necesitas esperar a que aparezca un guía, yogui o maestro experto para que empieces a meditar. Debes saber que tu tienes un guía interior, hay algo dentro de ti muy sabio que sabe perfectamente como meditar, lo has tenido desde que naciste e incluso de bebé tenias una conexión muy cercana con él, quizá solo necesites de ciertas claves para poder contactarte con ese saber y poder llevar a cabo una meditación que trascienda de formas profundas en tu vida. Los yoguis y todo maestro han sabido conectarse con su sabiduría interior.
¿Qué es entrenar la mente?
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Es difícil entrenar a un caballo si uno no sabe que es un caballo. ¿Cómo vas a entrenar tu mente si no sabes ni qué es?
Una forma de entender la mente de forma práctica y sencilla es decir que la mente es equivalente a todo lo que piensas. Decir que vas a entrenar tu mente equivale a decir que vas a entrenar tus pensamientos.
Si observas, la mayoría del día tus pensamientos son incontrolados, pasan como estrellas fugaces a muchas velocidades, apenas piensas en una cosa cuando ya hay otra “encima”. Una mente entrenada sabe enfocarse en un pensamiento y mantenerlo ahí, hasta que este se vuelva realidad, es decir, hasta que este se materialice.
Un ejercicio muy bueno para empezar a entrenar tu mente es simplemente observar lo que piensas durante el día. Osho dice que la meditación es ser testigo. Este es un termino muy sencillo para poder comprender como meditar eficazmente: sé testigo. De pequeño eras testigo de lo que acontecía alrededor, tu mente no estaba llena de ningún dato ni información, era limpia, no había relación con los conceptos de “mal” ni “bien”, así que podías darte el lujo de gritar, llorar, reír y demás cuando se te daba la gana, pues ningún comportamiento estaba asociado con nada malo o bueno.
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Ser testigo de tu mente es empezar a ser testigo de lo que sientes y lo que vives en tu día. Ser testigo es no juzgar. No se puede ser Juez y testigo al mismo tiempo. Así que una forma de empezar a entrenar tu mente es empezar por no omitir juicios y simplemente ver las cosas sin el filtro de tu punto de vista u opinión. Esto es sin duda muy difícil de lograr al principio, pues la mente siempre se esta defendiendo y omitiendo juicios. Pero si empiezas por esto, verás que poco a poco empiezas a descubrir por ti mismo un sendero dentro de ti muy interesante para meditar.
Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 13/10/2018
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