Publicado: 09/01/2010 - Actualizado: 13/10/2018
Autor: Laura G. Garmendia
Actualmente los temas acerca de la mente y como usarla tanto para sanar como para crear y transformar la vida aparecen cada vez con más fuerza. De alguna forma, esto se debe a que la consciencia evolutiva de la humanidad ya solicita nuevos criterios y conocimientos para comprender el funcionamiento de la naturaleza que le rodea así como el entendimiento de su naturaleza personal. La inquietud por comprenderse uno mismo y experimentar nuevas formas de entender la realidad, lleva a las personas a explorar aquellos terrenos desconocidos y a descubrir y despertar una de sus mayores herramientas creativas: su mente y sus extraordinarios talentos dormidos.
El pensamiento creativo no es algo nuevo: se sabe y existen pruebas científicas de cómo el pensamiento influye poderosamente sobre la realidad: puede curar a distancia, modificar las reacciones en la naturaleza y crear ambientes y experiencias tanto favorables como desfavorables en la vida cotidiana. La física cuántica demuestra que toda la materia esta conformada por átomos, y entre átomo y átomo encontramos que hay espacio: que hay nada. Esta aparente nada, en realidad, esta llena de una consciencia creativa. Esto significa que todo lo que nos rodea esta conformado, en su esencia más pura, de nada, es decir, de una consciencia que une unas cosas con otras, una consciencia que, además, esta llena de potenciales creativos. Una flor es una flor porque su esencia más pura es una consciencia de flor, pero esto no significa que la flor no pueda transformarse en otra cosa. Digamos que, a titulo personal, la consciencia parece ser algo así como el “resistol” que mantiene “pegada” la realidad y todas las formas creativas que existen en ella. Así pues, se entiende que cuando se transforma o modifica la consciencia, la realidad reacciona y se modifica también. Resumiendo, esto significa que uno puede influir en su realidad a medida que su consciencia despierta o se ilumina con entendimientos cada ves más grandiosos.
La física cuántica nos habla de la importancia del observador, y de cómo este afecta poderosamente la realidad (lo observado). Es innegable que la forma en que vemos las cosas influye poderosamente en la vida que tenemos, nuestra forma de interpretar la vida nos mantiene “pegados” a determinada forma de vivir. En el momento en que modificamos nuestra apreciación de algún asunto, persona o condición, esta empieza un proceso de transformación.
Nuestra forma de interpretar las cosas es lo que le da la intencionalidad a nuestra forma de vivir y crear nuestro mundo, y el mundo que nos rodea. La intención está relacionada con nuestro grado evolutivo de consciencia, y esta es la clave para mover nuestro pequeño universo (microcosmos) y afectar el interminable universo (macrocosmos). La intencionalidad, podemos resumir, es querer que suceda algo. Cuando estamos convencidos (o nos convencemos) de que algo es posible (bajo nuestro rango de posibilidades), e integramos todas nuestras fuerzas para que así suceda, parece que no hay poder humano que detenga dicha manifestación. El gran problema para emplear los talentos de la mente no esta en que no seamos capaces de hacerlo, sino en que aún no tenemos consciencia plena de la fuerza creativa que llevamos dentro y de los talentos del pensamiento, y dudamos, y no creemos posible que podamos transformar la vida con sólo pensarla de una nueva forma. Esta forma estrecha o poco consciente de ver y entender nuestro poder interior provoca precisamente que nuestra forma de vivir sea pobre o a lo mucho mediana, y que dependamos de muchas cosas y circunstancias para tener salud, o ser creativos, libres: felices.
Aceptando el poder creativo de la mente
Considerando que el nivel de aceptación de los talentos de la mente es uno de los primeros obstáculos para emprender tan fascinante aventura de descubrimiento, habría que empezar por poner en práctica algunos ejercicios para ir creando seguridad en estos potenciales creativos. Una forma de hacerlo es estimular y reforzar el enfoque creativo. Actualmente, Lynne Mac Taggart, autora de los libros El Campo y El experimento de la intención, no se conforma con la teoría, ya mucho difundida (y no nueva), acerca de este asunto de la fuerza del pensamiento. A a decir verdad, todos estos conocimientos de la mente y sus potenciales son muy antiguos, han sido practicados y entendidos por muchos de nuestros ancestros y por alquimistas , chamanes, druidas y sacerdotes o Magos de la antigüedad. Sin embargo, como decíamos, Lynne no se queda meramente con la sorpresa de la teoría, sino que emprende algunos muy interesantes experimentos de carácter global y colectivo, en donde por medio de un enfoque consciente, se intenta no sólo curar a distancia personas, sino modificar circunstancias desfavorables y problemas del planeta que así lo requieren, basándose en el planteamiento de que “…los pensamientos pueden cambiar e incluso curar el mundo”, sobre todo si el enfoque se une en un esfuerzo consciente comunitario. Este experimento parece estar dando muy buenos resultados, se han sanado personas y se empiezan a armonizar ciertos conflictos del mundo. Esta practica de la mete es una forma de que las personas comiencen no sólo a desarrollar sus habilidades mentales, sino a notar cuanto pueden afectar con su pensamiento la realidad, lo que ayuda a crear seguridad creativa.
Este es uno de entre tantos ejercicios que puedes emprender para empezar a conocer lo que es tu mente y todos sus engranajes desconocidos.
Si deseas saber más acerca de este fascinante tema acerca de la mente, puedes consultar nuestro Blog o nuestro Foro llamado Crear con el pensamiento, en donde tratamos este tema de la mente y damos muy diversos ejercicios para empezar a descubrirla y desarrollarla. Abajo los enlaces:
Blog: Fortalece y aumenta los poderes de tu mente
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