Publicado: 17/10/2013 - Actualizado: 08/10/2020
Autor: Laura G. Garmendia
¿Se te antoja? ¿Quieres una mordidita? Dice un refrán que «no es lo que comemos, sino como lo comemos». Y si bien podemos darnos gustos con todo lo que la naturaleza nos da, bien es cierto que debemos de tener noción de lo que comemos y los efectos que causa en nuestro cuerpo para poder mantener un equilibrio. ¿Sabes todo lo que comes cuando comes carne animal?
En 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) emitió un comunicado informando sobre la evaluación del riesgo de cáncer por consumo de carne.
El consumo de carne roja y carne procesada se clasificó como «probablemente cancerígeno para los seres humanos» y «cancerígeno para los seres humanos», respectivamente. Las sustancias responsables de esta potencial carcinogenicidad se generarían durante el procesamiento de la carne, como el curado y ahumado, o cuando la carne se calienta a altas temperaturas (compuestos N-nitrosos, hidrocarburos aromáticos policíclicos y aminas aromáticas heterocíclicas) (1).
¿Por qué se desaconseja comer carne animal?
Porque la carne animal tiene algunos efectos en el cuerpo como los que siguen:
- La carne animal es una de las que más forman ácido úrico, colesterol, toxinas, amoniaco y otras sustancias que aumentan el riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares y cáncer (2).
- La carne animal carece de fibra, la cual es esencial para su evacuación. Esto provoca que la carne sea de muy difícil digestión y que forme muchos residuos tóxicos en el intestino, lo cual favorece la colitis, hemorroides, formación de divertículos, estreñimiento, etc.
- Las grasas saturadas de la carne animal aumentan el nivel de colesterol nocivo en la sangre, provocando riesgos de salud en el sistema cardiovascular, congestión de venas, etc.
- Al ser de lenta y difícil digestión, en lugar de aportar energía se la roba al cuerpo, por lo que se puede notar que al consumir carne da sueño.
- El intestino es largo y la carne pasa demasiado tiempo en el, provocando fermentaciones que se convierten en toxinas que la sangre absorbe. Comer mucha carne provoca, por lo mismo, acumulación de toxinas y grasa nociva en el cuerpo, lo cual sube el ph de la sangre (la acidifica) siendo este el factor principal de la gran mayoría de las enfermedades.
- La saliva para digerir la carne debe ser ácida, los carnívoros como el león tiene saliva ácida para destruir muy bien la carne antes de que pase al estómago. La saliva humana es alcalina, por lo tanto, cuando la carne pasa al estómago este tiene que esforzarse demasiado para digerir la carne, provocando que el estómago se desgaste.
- Los animales carnívoros tienen intestinos cortos y rectos, están preparados para una rápida expulsión de lo que se pudre rápidamente. Los intestinos de los humanos son largos, miden mas de siete metros y medio, la comida pasa largo rato en ellos, y cuando se fermenta rápidamente.
- Además la carne puede tener restos de los medicamentos que inyectan a los animales, como antibióticos, hormona y otras sustancias para que engorden.
- A algunas de las partidas de carne animal (depende del país y su legislación) le inyectan fuertes sustancias químicas para que no se descomponga rápidamente y luzca fresca y apetitosa en apariencia (3).
¿Se te antoja una mordidita de hamburguesa?
Bueno. Si después de esto se te antoja seguir comiendo carne, te recomendamos lo siguiente:
- Trata de buscar carne de calidad, orgánica de preferencia, de granja donde los animales sean tratados con dignidad.
- Siempre que comas carne acompáñala con un buen plato de ensalada fresca para ayudar a su rápida evacuación.
- Nunca tomes refrescos o aguas azucaradas con la carne pues el azúcar fermentará con más rapidez la carne.
- Bebe u vaso de agua tibia con un limón exprimido antes de comer carne.
- Trata de masticarla lo más que puedas.
- Evita comer carne más de una vez a la semana.
- Bebe diariamente al menos dos litros de agua pura para ayudar a su pronta evacuación.
- Come la carne sin freírla, de preferencia más cruda que cocida y bien preparada con limón.
NOTA: evita la carne roja en caso de etener cualquier enfermedad. Esto evitará que tu sangre se llene de toxinas y la curación sea más rápida y completa, sobre todo si tienes problemas de obesidad, colesterol, problemas del corazón, diabetes, artritis, gastritis o problemas con el estómago, etc. No es necesaria la carne en la dieta, puedes prescindir de ella llevando una dieta de calidad con vegetales, oleaginosas, amaranto, almendras, nueces y otras proteinas vegetales.
Actualmente existen muchos sustitutos de la carne animal saludables, la carne de soja, de trigo de avena, etc. con estos ingredientes puedes elaborar albóndigas, milanesas, hamburguesas, ceviches, etc.
Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 08/10/2020
Acerca del autor