Publicado: 27/05/2015 - Actualizado: 15/12/2018
Autor: Miriam Reyes
Hace algunos años, el SIDA (Síndrome de Inmunodeficienca Adquirida) era considerado una enfermedad fatal que mermaba la calidad de vida de quienes lo padecían. Hoy en día se han desarrollado diferentes medicamentos que pueden mejorar la calidad de vida de quien padece de esta enfermedad, así como retrasar su desarrollo, prolongando de esta forma la esperanza de vida considerablemente.
El virus del VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) ataca las células de nuestro sistema inmunológico afectando la capacidad del cuerpo para defenderse de los microorganismos del medio ambiente, tales como bacterias, hongos, entre otros, esto quiere decir que si una persona con SIDA está en contacto con estos microorganismo las infecciones puede ser más serias y tener desenlaces terribles (1).
Desde su descubrimiento, se ha buscado una posible cura incansablemente, sin embargo, una característica común de los virus es que tienen la capacidad de mutar y se adaptan a los tratamientos, sobreviviendo a estos, esta dificultad ha hecho que los tratamientos estén en continuo desarrollo y cambios. La apitoxina, parece ser una alternativa realista de tratamiento según estudio realizado por la escuela de medicina en la Universidad deWashington, el cuál fue realizado en células, pero se espera que los resultados puedan replicarse en pacientes para lo que se está actualmente tratando de sintetizar las sustancias beneficiosas del veneno de abeja.
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¿Qué es la apitoxina?
Es la sustancia que las abejas segregan como mecanismo de defensa, en efecto, se trata del veneno de abeja y se ha empleado comúnmente para tratar ciertas enfermedades tales como la esclerosis múltiple, artritis reumatoide, diabetes mellitus, Lupus Eritematoso, Psoriasis, vasculitis, entre otros, con efectos muy positivos (2).
Se compone de un polipéptido citotóxico melitina, es analgésico, antiinflamatorio que se emplea para tratar distintos padecimientos autoinmunes, e incluso algunos casos de cáncer (3).
El veneno de abeja o apitoxina se inyecta en el cuerpo para obtener sus efectos terapéuticos, puede ser directamente con las abejas, o bien se extrae de las abejas para su posterior inyección, esto por supuesto debe ser realizado por un experto. A menudo las inyecciones de veneno de abeja se aplican en puntos acupunturales.
Apitoxina y SIDA
El veneno secretado por las abejas parece seguir demostrando su capacidad curativa a medida que se descubren nuevas aplicaciones del mismo, sin embargo, una noticia muy esperanzadora afirma que podría ser útil incluso para tratar el SIDA.
Pese a que aún se continúa investigando su función, la apitoxina según se reporta tiene capacidad antiviral, que puede afectar la envoltura del VIH, destruyéndolo, la ventaja de acuerdo a las investigaciones es que la apitoxina es selectiva, es decir, no afecta las células sanas, y su efecto antiviral se atribuye a la melitina, el principal componente de la apitoxina. Se menciona también que el veneno de abeja posee nanopartículas que atacan directamente al virus y pueden por otro lado ser útiles en el tratamiento de tumores también (4).
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Expertos aconsejan además, utilizar otros productos de las abejas tales como el propoleo y miel, que pueden ayudar a mejorar el sistema inmunológico.
Por último, es importante resaltar que los tratamientos contra el SIDA no son efectivos debido a la capacidad del virus de mutar, sin embargo, como expertos lo han mencionado, el veneno de abeja ataca una propiedad del virus que es inherente al mismo, y que por lo tanto no está sujeto a mutaciones como es la capa protectora que lo recubre (5).
Por tanto, los resultados de distintas investigaciones, apuntan hacia el veneno de abeja como una potencial cura del SIDA en el futuro.
Gel con Apitoxina cómo preventivo
A raíz de estos prometedores resultados sobre el efecto de la apitoxina contra el VIH, se ha desarrollado un producto que consiste en un gel vaginal y oral, cuya función es la de evitar el posible contagio de SIDA.
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Esto sin duda, podría constituir otra línea de prevención de esta enfermedad, ya que es de acción inmediata.
Otras aplicaciones de la apitoxina
La apitoxina hoy en día, sigue dando mucho de qué hablar, y son personas con diversos padecimientos, las que se ven beneficiadas con su aplicación, no obstante, cabe mencionar que no sólo se puede emplear con fines terapéuticos, de hecho, está ganando popularidad en usos cosméticos.
El veneno de abeja parece tener efectos positivos para el rejuvenecimiento de la piel, y es que aplicado de forma adecuada estimula la circulación sanguínea y la producción de colágeno, incluso se ha llegado a afirmar que se trata de una alternativa natural del botox, aunque se debe aclarar que no funciona tensando la piel sino por los mecanismos antes mencionados (2).
Gracias a su capacidad de mejorar la circulación sanguínea también se utiliza para el tratamiento de arañitas y várices.
Contraindicaciones del veneno de abeja
A pesar de sus virtudes, algunas personas no pueden hacer uso del veneno de abeja, y esto se debe a que desencadena una reacción alérgica.
Es conveniente hacer una prueba de su reacción antes de su aplicación, la cual debe realizarse por un experto, ya que las reacciones alérgicas pueden ser peligrosas (6).
Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 15/12/2018
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